lunes, 26 de noviembre de 2007

LA ESPAÑA DE CARLOS III Y EL SISTEMA AMERICANO

LA ESPAÑA DE CARLOS III Y EL SISTEMA AMERICANO
Guillermo Rode


El presente artículo trata sobre la expulsión de los Jesuitas de España en 1767, así como de las otras naciones de Europa y Portugal regidas por los borbones, en ese tiempo las políticas bestiales de la inquisición habían destruido a España, se dice que si Carlos III no hubiera expulsado a los jesuitas, hubiera sido imposible el desarrollo de España y de Hispanoamérica.
Como Schiller describió en su obra “Don Carlos” fueron los protestantes británicos quienes trabajaron con los jesuitas en contra de los católicos españoles que como Carlos III, combatieron a la inquisición en defensa del progreso humano.
En su ensayo, “Las leyes de Licurgo y Solón” (1790), Schiller escribe: “En General, podemos establecer una regla para juzgar las instituciones políticas, que sólo son buenas y favorables, en la medida en que logren que florezcan todas las fuerzas inherentes en las personas, o que promuevan el progreso de la cultura, o al menos que no la impidan”.
La primera experiencia de Carlos III con la alianza entre los británicos y simpatizantes de los Habsburgo dentro de la Iglesia Católica, fue durante su reinado en Nápoles en 1740. En ese entonces declaró su neutralidad, Pero en 1741 su padre Felipe V le ordenó enviar un ejercito a unirse a las fuerzas españolas.
En respuesta un escuadrón británico amenazó a la ciudad de Nápoles con bombardearla, este hecho coincidió con un intento de insurrección,
Los Disturbios de 1766 en España, limitaron el poder de la Iglesia al ámbito de la religión, esta política quedó de manifiesto en el Concordato de 1737 entre Nápoles y la Santa Sede, quedó prohibida toda interferencia clerical en la maquinaria del gobierno. Sin embargo, en los disturbios contra el secretario de Hacienda Esquilache, los jesuitas manipularon el descontento popular contra Esquilache como parte de un gran complot para remplazar a Carlos III.
Uno de los motivos fue la insatisfacción por el alza en los precios de los alimentos y el monopolio en el abasto de comestibles para la ciudad, sin embargo era un pretexto para crear una insurrección.
Como medida para calmar los disturbios, Carlos III, prometió despedir a Esquilache, revocar el ofensivo edicto sobre el vestir y diversos alimentos, por el contrario nombró al conde de Aranda, un enemigo de los jesuitas, para presidir el Consejo de Castilla.
Durante el siglo XVIII, en España, toda la educación preuniversitaria estaba en manos de los jesuitas, desde donde coartaban el estudio de las ciencias físicas pero a la larga su dominio absoluto habría de romperse.
Carlos III no fue el primer monarca católico en expulsar a los jesuitas, ya los habían expulsado de Portugal en 1759 y de Francia en 1764.
Una comisión extraordinaria, con Aranda a la cabeza investigó las causas de los disturbios. Aranda escogió como colaboradores a Miguel Nava y al fiscal Pedro Rodríguez Campomanes, el primer informe, firmado por Campomanes y su consejero Nava el 8 de junio de 1766 inculpaba a los jesuitas.
Aunque Carlos III no abolió la inquisición, su defensa de la soberanía de España, contuvieron con eficacia a la inquisición y allanaron el camino paras su posterior abolición.
Referencia del Artículo: “La España de Carlos III y el Sistema Americano”, William F. Wertz y Cruz del Carmen Moreno de Cota
Autor: Marqués de Posa de Schiller
Fuentes: La España de Carlos III y el Sistema Americano

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