martes, 20 de noviembre de 2007

Del Río, Ignacio. “Comercio, Libranzas de Real Hacienda y Circulación Monetaria en el Norte de la Nueva España

Mayra Nidia Aguirre Olivares
FICHA TÉCNICA No. 1
1. Del Río, Ignacio. “Comercio, Libranzas de Real Hacienda y Circulación Monetaria en el Norte de la Nueva España (1773-1810)”, en Estudios de Historia Novohispana, Volumen 35. UNAM. México 2006. Pp. 117-131.
2. Ignacio del Río, doctor en Historia, pertenece al Sistema Nacional de Investigación (N3). Actualmente es investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. Fue distinguido con la publicación de El noroeste de México y la historia regional, memorias del Coloquio Homenaje a Ignacio del Río y Sergio Ortega, por la Universidad Autónoma de Sinaloa .
3. Tesis:
El autor describe las ventajas y desventajas de los libramientos que realizaron autoridades hacendarias locales contra la real caja de México, lo cual benefició a las provincias norteñas –objeto de estudio: Sinaloa, Sonora de las que comprendía el reino de la Nueva Vizcaya, Durango y Chihuahua-, luego de que el circulante llegara a disminuirse provocando los abusos de los comerciantes en contra de la población.
A pesar de que desde 1535, la Nueva España contó con una Casa de Moneda, se presentaba una economía con bajo grado de monetización, debido a “las grandes cantidades de moneda que se extraían anualmente del virreinato, ya por medio del aparato fiscal, ya por las remisiones que hacían comerciantes a España, el Caribe y Filipinas”.
La moneda formal poco se empleaba en las operaciones comerciales de poca monta, tenían mayor uso las llamadas “monedas de tierra” o “tlacos”, cuando no el mero trueque o el crédito para pagarlo en especie, por cierto, siempre desventajosos. Se agudizaba la falta de moneda en zonas periferias, incluso las mineras.
No fue sino hasta la llegada del visitador general de Real Hacienda, José de Gálvez, quien tras advertir el problema mandó que se homologaran los precios corrientes, situación que no logró su objetivo. El marco de plata valía ocho pesos y medio, el comerciante lo pagaba a siete pesos cinco reales si era plata de “azogue” y a siete pesos dos reales si era de plata “de fuego”. Mientras el marco de oro se recibía a 80 pesos, cuando su precio en la ciudad de México era de 125 a 127 pesos.
Una vez que entra en vigor el Reglamento para los presidios que se forman en la línea fronteriza de Nueva España, se ordena pagar sueldos de los militares en moneda y por semestre anticipado. El tesorero de Chihuahua, Manuel Antonio de Escorza, encargado del pago de la tropa solicitó al virrey Antonio Bucareli, que como no había suficiente dinero efectivo le permitiera recibir las cantidades de moneda a los comerciantes locales que pretendían enviar a la ciudad de México, para lo cual se darían a los depositarios libranzas pagaderas en la real caja de México.
Hubo mucha controversia más que administrativa, ésta se dio de manera política, ya que al ser redimidas las libranzas en la capital del país, se veían mermadas las disponibilidades monetarias de la real caja matriz, a la que, cubiertas tales obligaciones, sólo quedaban papeles sin ningún valor. Y aunque no significara una ruptura del orden administrativo, reñía con el sistema centralizado de autoridad que caracterizaba a la Real Hacienda.
La mejoría de la economía en las provincias norteñas no apuntaba hacia la dirección de los objetivos colonialistas del régimen borbónico sino que mucho tuvo que ver la extinción de las prácticas monopólicas del gremio de comerciantes que tenía su sede en la ciudad de México. Y afirma que esos beneficios no obraban del todo en favor de la unidad económica, administrativa y política del virreinato.
4. Fuentes:
El autor se basa en investigaciones realizadas en el Archivo General de la Nación, en el Archivo Histórico de Hacienda, destaca además los Informes del Real Tribunal y Audiencia de la Contaduría Mayor de Cuentas en 1795, Provincias Internas 12; el Informe del tesorero Rafael de Ahumada al comandante general Nemesio Salcedo, Chihuahua, 1 de diciembre 1802, Provincias Internas 12; así como el Informe de la Contaduría Mayor del Real Tribunal y Audiencia de Cuentas, México, 28 de enero 1803, Provincias Internas 12.
En pocas ocasiones acude a fuentes bibliográficas y sólo maneja autores como: Richard Garner; Rafael Rodríguez Gallardo; Luis Navarro García; y aún más contemporáneo a Alejandro de Humboldt.
Su investigación documental es bastante rica, pues remite a las misivas enviadas a los distintos virreyes mencionados en el artículo y a los funcionarios de las provincias en busca de autorizaciones. Finalmente hace un señalamiento en manejo de cantidades de circulante, sobre el documento en donde se presentan las cuentas formadas por los oficiales reales de la real caja de Álamos.
5. Opinión:
Considero que dicho artículo encuentra un quiebre en la historia y es precisamente, la falta de información sobre la circulación monetaria en el Norte de la Nueva España. Me parece que es un tema bastante delimitado pero no por ello deja de ser una búsqueda incansable de documentos que le permitan al autor llegar a la conclusión de que finalmente hizo falta una visión más clara en política económica, aunque con el sistema de libranzas nos demuestra que había hombres interesados en mejorar la productividad de la región en la que se encontraban. No obstante, la ambición que desde ese entonces se registra en este sistema centralista hasta nuestros días, no permitió un camino recto hacia una economía sana sino un vericueto por le ha dificultado a México avanzar.
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